Trikki

Poco sabemos por estos lares de la cocina de New Orleans. Acaso lo que hemos visto en “Treme”, aquella magnífica serie que retrataba con pulso realista el alma de una ciudad en plena reconstrucción después del huracán Katrina y un par de locales en los que hemos catado de manera tímida la riqueza de la cocina criolla. Afortunadamente desde ahora podemos disfrutar en Trikki de la auténtica y verdadera cocina de una ciudad en la que se celebra tanto la música como la gastronomía. No en vano detrás de este proyecto está Yuliet McQuilty, oriunda de New Orleans, quien junto a su socio Rodolfo Rodríguez nos han querido traer el verdadero sabor de una cocina de influencias francesa, africana, española y caribeña.

Trikki es un original y agradable local con ladrillo visto y decorado con ilustraciones e imágenes en blanco y negro de jazz y maderas oscuras que destaca por el buen ambiente, el atento y cálido servicio, una de esas terrazas que marcan época y una interesante carta con ensaladas, entrantes y platos llenos de sabor y de proporciones generosas.

La flor de cebolla rebozada en especias cajún, acompañada de tridente de salsas caseras o los míticos tomates verdes fritos rebozados en especias cajún –aquí los bordan– abren de manera intensa el apetito. Entre los principales manda la deliciosa jambalaya, el célebre gumbo o los espaguetti salteados con gambas flambeadas con vino blanco, tomate, parmesano y especias cajún, por citar algunas de sus especialidades. Además tienen platos peruanos y venezolanos: ceviche, anticucho o la hamburguesa venezolana.

Capítulo aparte merece el capítulo de Po’ boy, un sandwich típico de Lousiana que es una de las especialidades del local y este es el único lugar de la capital donde podemos saborearlo. De ellos, el Kikiriki, con pollo rebozado cajún relleno de queso de cabra, acompañado de pimientos de padrón y salsa o el Negro, con asado negro desmenuzado mezclado con queso derretido, acompañado de guacamole, queso y banana frita son dos elecciones perfectas.