Son tres las claves para entender el éxito arrollador de El Triciclo en una localización que parecía maldita–fue un asador argentino y luego el Zoe–. Una notoriedad que ha superado incluso las expectativas de David Alfonso, Javier Mayor y Javier Goya, sus tres socios y jóvenes y talentosos cocineros con experiencias previas en locales del calado de DiverXo o Casa Marcial.
La primera de las claves es el respeto al producto fresco y de temporada, bien en cocciones y guisos tradicionales, bien en preparaciones más audaces e internacionales. La segunda, es el inteligente y apetitoso diseño de una carta que va cambiando según la temporada y que divide sus raciones en medias o tercios, lo que posibilita podamos compartirlas sin problemas y que podamos hacer un recorrido divertido y completo de la misma. Y la tercera es un local amplio, desenfadado y cálido en el que los comensales se sienten como en casa. Un consejo: hay que estar bien atentos a los platos que diariamente tienen fuera de carta. Merecen, y mucho, la pena.