Auténtico paradigma de la Malasaña hipster, el Gorila tiene toooooooodo lo que esperas de una experiencia en el barrio de moda de Madrid: en plena Corredera Baja de San Pablo, en el mismo local del recordado The Wall, este bar acogedor es perfecto para elegir entre un plan tranqui —té o café con unas ricas tostas o unos perfectos bagels— o unas cañas bien tiradas al caer la tarde.
Si vas por la noche, el encantador café cosmopolita con maderas recicladas y murales se ha convertido en un local canalla ideal, con la luz y la música que se necesitan en ese momento. Incluso lleno es agradable. De obligada visita.