Nos encanta parar de vez en cuando por Jarritas: buenas cañas y jarritas, habitualmente acompañadas de una generosa tapita de patatas fritas, albondigas o boquerones. El desayuno (con churros de la casa) y el afterwork son de lo mejor. Y la atención de sus camareros es siempre atenta y cálida.
Está muy cerca de la Avenida del Brasil, así que, como podéis imaginar, el fin de semana se pone de bote en bote.