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Sí, está justo enfrente de la famosa pastelería de San Onofre, y es un buen lugar para tomar cañas y tapas pegado a la Gran Vía, lejos de las franquicias que la invaden y con comida casera. También tiene menú entre semana. Es un pequeño recoveco en la zona. El local es sencillo y limpio; el trato que dispensan es familiar y acogedor; la carta es variada, las raciones generosas y el menú del día casero a más no poder. Es un sitio al que puedes acudir a diario porque todo está rico.
Un buen sitio para tomarse una caña, y más si encuentras sitio en la mesa alta que da a la ventana, porque ver el trasiego de la zona es de lo más entretenido, dada la cercanía al Tribunal Supremo y a la espectacular parroquia de Santa Bárbara; también lo es para comerse un menú del día en su sencillo salón con mesas de mármol tras padecer la ebullición comercial o visitar las pequeñas galerías de arte que pueblan el barrio. La comida es casera y tradicional; el sitio es encantador.
La antes llamada Plaza Vázquez de Mella —recientemente rebautizada Plaza Pedro Zerolo— es uno de los puntos neurálgicos de Chueca y, como tal, es zona reivindicativa de los derechos LGTBI. Este joven local de copas (abrió en 2018) combina buen gusto en su diseño y funcionalidad en su propuesta: se trata de que refresques la garganta con la mejor cerveza y que repongas fuerzas con un buen menú de tapas rápidas (a probar el provolone gratinado con queso o manzana y las papas con mojo), ensaladas y tostas. Ah, también paellas.
Espera irreverencia y glamour en la barra y las mesas de este divertido local de tamaño medio (aforo: 49 personas). Ah, si hace calor, aprovecha y hazte con una de las solicitadas mesas de la coqueta terraza.
Si prefieres cambiar un poco y dejar la comida mediterránea para otro momento puedes ir directo a Izakaya Han (C/ San Bartolomé, 10), un restaurante pequeño e íntimo donde saborear la gastronomía nipona y coreana. Con apariencia de tasca oriental (como su propio nombre indica, ‘Izakaya’ significa taberna en japonés) te sentirás en una cultura diferente sin salir de Chueca mientras repones fuerzas con comida rica.
Entre sus especialidades destaca el bibimbap, un wok a base de arroz, ternera y salsa picante, o el bulgoki, una ternera marinada con salsa de soja y vegetales. Si lo prefieres también puedes pedir gyozas, los clásicos nigiris o tempura. Disfrutad de este viaje al este asiático desde el centro de Madrid que los ‘billetes’ son bien económicos. Un asiático de calidad y precios asequibles, imposible pedir más.
