Su nombre que lo dice todo. Y es que el propósito del quinto rincón de Jaén en nuestra ciudad es simple y llanamente el de sentirnos como en una taberna de Jaén. Y a fe que lo consiguen con un local decorado como una típica y clásica taberna andaluza que tiene una espléndida barra y una acogedora y luminosa zona de barriles en la que podemos dar cuenta de un extraordinario repertorio de la cocina jienense.
Jamón ibérico, gambas andaluzas, coquinas para chuparse los dedos, cigalita frita, fritos de merluza, calamares andaluza, pijotas, adobo, bacalao ahumado, canapés variados o riquísimas carnes, como por ejemplo, el lomo de buey, entre otras cosas. Y como no podía ser de otra manera otra de las especialidades del Rincón de Jaén es el pescadito frito.