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De ruta por Costa Fleming

Por Madrid Diferente 15 junio, 2017

El Paseo de la Castellana es como esa arteria amplia y bulliciosa que marca el ritmo de cualquier ciudad. En Madrid, te lleva de arriba y abajo con un fluir tan atropellado que impide que te des cuenta de lo que hay a ambos lados. Pero si de repente, saltamos hacia las calles aledañas, el pulso se detiene y nos vemos entre bulevares, jardines y vecinos que pasean. Entre estas calles, que fueron foco de diversión en los años 60 y 70, ahora florecen un núcleo de bares y restaurantes muy apetecibles. Te acercamos a los tres donde disfrutar de la mejor gastronomía y las mejores cañas de la zona.

Allo Pizza: alta calidad para todos los paladares

Allo Pizza (Calle Alberto Alcocer, 37) se creó para llevar a la gente de este barrio del norte de Madrid las pizzas que, en ese momento, solo se servían en los restaurantes italianos más tradicionales. Masa fina y crujiente, ingredientes de alta calidad para crear combinaciones originales que gustan a todos. A pesar de que su fuerte es el servicio a domicilio, si quieres salir de casa, tienen un agradable restaurante en donde reunirte con familia, amigos o compañeros de trabajo para comer allí la pizza Cannibal (para los carnívoros), la Allo Bianca (con salsa de nata, mozzarella, champiñón, cebolla y parmesano) o la de la Casa, cuyos ingredientes dependen “del humor del chef” y curiosamente, es la más demandada. Crujido delicioso.

Nitty Gritty: elegancia a orillas del mar

Si Costa Fleming fuera de verdad una orilla, Nitty Gritty (Calle Doctor Fleming, 51) sería ese chiringuito elegante y bien montado al que todo el mundo desea ir. En tonos blancos y azules, madera y plantas, su carta mediterránea y de mercado hace guiños originales a otras latitudes como India, México o Japón. El resultado es una oferta personalísima en un entorno luminoso, amplio y muy acogedor. Pero si lo que quieres es disfrutar de su luz con un café, Nitty Gritty abre todos los días con desayunos que son prácticamente brunch.

Graciela: terraza en la naturaleza

Sé que puede parecer una broma decir que hay una terraza entre la naturaleza tan cerca de la Plaza de Castilla, pero Graciela (Calle Pedro Muguruza, 1) tiene ese don. Como si fuera un salón con el techo abierto al cielo, sofás, cojines y preciosas sillas en un entorno de bambú y piedra natural, acompaña un menú de cocina tradicional pero modernizada. Cada temporada dan la vuelta a una carta basada en el producto fresco y del día, que abarca desde su foie casero hasta unos llamativos canelones de gambón con papada confitada. En la zona de bar, el ambiente de los años 20 promueve el aperitivo y la barra. El complemento ideal.