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Este restaurante de Rivas puede presumir de ser uno de los lugares del interior donde mejor se cocina el Pulpo a Feira. Que se llame la Xiada Pulpeira (Av. Aurelio Álvarez, 7) no es casualidad. Sus recetas toman lo mejor del recetario gallego clásico al que incorporan nuevos toques propios de la nueva gastronomía española. Además del clásico a feira –el pulpo cocido con aceite de oliva, sal y pimentón que nunca falla–, esta delicia se puede degustar en otras suculentas recetas como en caldeirada (sobre patata y aliñado con pimentón, guisantes y cebolleta) o en carpaccio con vinagreta de lima y menta. De locos.
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Se presenta como “una señora taberna del barrio de Lavapiés”. Y no le falta razón. Este bar en Dr. Piga nº 3 decorado como las antiguas tascas castizas –pero lo suficientemente cool y molón para encandilar al hipsterío local–, nos recuerda lo mucho que nos gusta aquí pasar un mediodía de cañas acompañadas de un buen tapeo. Pero no nos distraigamos de nuestro cometido. Si quieres probar este manjar de otra manera, en La Lorenza (uno de sus propietarios es gallego, con eso ya te lo decimos todo) lo puedes hacer en gyozas. Rellenas de caldeirada de pulpo y con espuma de patata ahumada, son uno de sus platos estrella, que a pocos (o ninguno) deja indiferente. Mahoudrid tip: si puedes, hazte con una de las mesas al lado de los ventanales, y a vivir la vida.
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El Garelos es uno de los clásicos de los gallegos asentados en Madrid que desean volver con el paladar a su tierriña por unas horas. De hecho, su famoso Pulpo a Feira acompañado de cachelos es de otro mundo y hará que quieras volver una y otra vez a hincarle el diente. Pero ahí no queda la cosa. La experiencia galega sigue con una de las mejores tortillas de Betanzos de la capital, una empanada de quitar el hipo y una selección de quesos típicos de la zona. Como mínimo, sales de aquí tocando la gaita.
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En el corazón de Malasaña, en el 4 de la Corredera Baja de San Pablo, se encuentra esta taberna moderna de ambiente tranquilo donde tomarse unas Mahou fresquitas entre colegas picando unas ricas tapas (sus torreznos son una locura). Su fuerte son los platos a la brasa, y la joya de la corona, su pulpo braseado con papas arrugás y romesco. Si os quedáis con hambre, os recomendamos probar sus brochetas de pollo teriyaki o la entraña con chimichurri. El Malpica es siempre un planazo.
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